Es cierto que uno ya está acostumbrado a una visión del mundo anglosajona, donde todo gira y respira en torno a un sesgado y pobre análisis de la historia y la cultura, eso ya lo sabemos y uno debe firmar un contrato donde ya sabe qué es lo que va a ver, o al menos, que tintes ideológicos tendrá que comerse con patatas si quiere disfrutar del cine por el cine, sin más. Yo ya firmé ese contrato hace tiempo y me reconcilié con esa forma de disfrutar el arte desnudo, obviando la intención que subyace, ya que de hecho la mayoría de autores ni siquiera son conscientes de su propio sesgo, simplemente lo mamaron de pequeños, pues es el mundo que nos tocó vivir. Ni unos son tan malos, ni los otros almas de la caridad, la historia son grises eternos que no se pueden descifrar y menos caricaturizándolo todo hasta el extremo. Con lo que no puedo es con las mentiras e inexactitudes historicas hechas al servicio de dicho adoctrinamiento. Por que señores los anglosajones se colocan medallas que no les corresponden, y se quedan tan anchos.
Hacer una parodia de un hecho concreto como el nazismo me parece perfecto y verídico, no dista mucho de la realidad, cualquier sociedad del mundo en cualquier etapa ha estado sometida a cierto adoctrinamiento, es inherente al poder, sin ello no se puede gobernar con cierto orden. Lo hicieron los nazis, los comunistas, los romanos, los españoles, todas las religiones, todos los imperialismos, y ahora los americanos. Pero se puede hacer fin faltar a la verdad. Total, es una parodia, tienes elementos de sobra para hacer la crítica, será que los nazis no lo pusieron fácil para sacarles crítica...
Pero la historia la cuentan los vencedores, y tendremos que seguir esperando para ver otras versiones de, en concreto, este tema de la segunda guerra mundial. (ejemplo en spoiler)
Dicho esto, estamos ante una película que quiere más que puede. Lo mejor son los primeros 30min, después se diluye en un conjunto de intenciones mal ejecutadas, ni te llega a emocionar, ni en verdad dispara con contundencia a lo que quiere criticar, ni acaba haciéndote gracia. A mi me gusta mucho este humor, pero ya digo que despues de media hora ya apenas te sonríes. Y luego el personaje del Hitler imaginario, el cual han usado en todo el marketing, podía dar de sí muchísimo, era uno de los incentivos para verla, y al final es irrelevante, apenas aparece, una lástima, porque como metáfora de la conciencia del niño y su adoctrinamiento, daba mucho juego a nivel psicológico, sin tener que prescindir del humor.
El resto de personajes, quitando a Sam Rockwell y al niño protagonista que está excepcional, son puras caricaturas, sin fondo ni dobleces, aburridos y planos.
En definitiva, recomendable para reirse un rato, se puede disfrutar, está bien hecha, no aburre, pero ni de lejos da para más que un aprobado y mucho menos para ser tan premiada, es de locos.