Una película que aporta más realidad que originalidad al subgénero, lo que me parece perfecto porque según van pasando los años te das cuenta que "comedia" y "romántica" son dos palabras que fuera de la ficción pocas veces van juntas, lo siento "chespir" lo gracioso se me suele escapar.

Me ha hecho revivir algún boquete que queda "por ahí pa dentro" en la cavidad torácica por eso principalmente no recomendaría ir a verla en pareja ("estás raro"... "en que piensas?"... a la vista) y si tu pareja no te considera "su novio" ya ni te cuento... "comedia romantiquísima" asegurada a la vuelta del cine.

Y nada más que destacar la banda sonora y la narración no lineal, que no se hace pesada en ningún momento, que gracias a los cielos Meg Ryan no aparece por ninguna parte y que la película te deja un sabor positivo, nunca llovió que no parara, caer y levantarse... o en este caso, después del verano llega el otoño.