La verdad es que no soy un filósofo ni un excelso cinéfilo. Por ello no puedo sacar todo el jugo que se podría esperar de este film. Sin embargo, desde la óptica de un mero aficionado que sólo quiere pasar un ratillo entretenido, pues símplemente decir que esta película a mí me gustó, pero creo que encierra mucho más de lo que yo estoy dispuesto a analizar. Leo en otros cinéfilos pata negra que si hay metáforas, parábolas e incluso integrales y derivadas en muchos detalles de la misma. Pues vale. Me lo creo. Yo me quedo con que, más allá de la historia que cuenta, la puesta en escena es bestial, con unos escenarios naturales brutales, y con el silencio, a veces acompañado de una preciosa banda sonora, que logra meterte en un ambiente asfixiante de tal manera que pareciese que el propio espectador estuviese en medio de la selva. Desgarradora por momentos, triste, cruda y, por qué no, un poco demasiado pseudofilosófica, es una buena película. Eso sí, que nadie espere grandes batallas ni acción ni amor ni nada de eso. La conquista del Nuevo Mundo vista desde un punto de vista crítico y desesperanzado.