Otra vuelta de tuerca del genial Tim Burton. Se atreve a parodiary, con ello, criticar ferozmente unos cusntos de los valores más sobreprotegifdos de la sociedad estadounidense: la adoración enfermiza de su presidente, la invulnerabilidad de sus órganos de gobierno, la preparación de sus clases dirigentes políticas y militares, ...

Toda esta crítica mordaz se presenta envuelta en un humor surrealista donde sobresale Jack Nicholson en su papel de un presidente "clintoniano" superado por las circunstacias y Tom Jones, cuyo papel puede parecer insgnificante, pero le da un toque muy kistch a la película.

En resumen, un divertimento garantiado... y de una calidad notable.