Nostalgia... Que bonita palabra ¿no? Y cuanta gente se aprovecha de ella para seguir sacando productos de una película que vimos de niños y nos marcó o, como en este caso, de una serie tan emblemática como Dragon Ball.

Esta serie no está mal si nunca viste Dragon Ball Z, o si la tratas de forma individual, porque si se compara, Dragon Ball Super no llega ni a la suela de su predecesora ya nombrada, no solo porque crecimos con ella, si no porque la acción e historia que tenía no es comparable con ninguna otra serie.

Creo que Arika Toriyama y su equipo no saben cuando parar de crear aventuras para Goku, Vegeta y compañía y por mi sería perfecto, porque me gustaría estar toda mi vida con ellos, pero eso si, que no se pierda el sentido, la esencia y la gracia de la serie original. Es verdad que la vida avanza y en muchas cosas ha mejorado, pero en otras están empeorando notablemente como por ejemplo en el carácter de Goku, ya que cada día lo hacen más tonto y al final no sabrá ni cuantos son 2+2. Hay muchos personajes “tontos” y Goku no debería ser uno de ellos.

Obviamente, mi nota va muy influenciada por la nostalgia, aunque no le pondría mucho menos porque las sagas me gustan y entretienen y es lógico que una serie de animación no puede entretenerme como lo hace cuando tenía 8 años, pero me entretiene bastante y ese punto a favor lo tiene.

Yo os recomiendo no comparar series, tened en cuenta que han pasado muchos años y la vida y todos hemos cambiado, así que disfrutad con las nuevas aventuras de Goku y sus amigos.