El Hombre que Sabía Demasiado es una de las múltiples pruebas que elevan a Alfred Hitchcock como, si no el mejor, uno de los mejores narradores de la historia del séptimo arte. James Stewart, irresistible y cumplidor, junto con la magnífica y polifacética Doris Day son piezas fundamentales en la película. Hitchcock crea un ecosistema misterioso, trepidante y atrayente. La secuencia de la ópera es parte de la inspiración del Padrino III.