La he visto 28 años tras su estreno. ¡28 años!
La vi en su momento en 1995, yo tenía... ¿14 años? Evidentemente me impactó, aunque recuerdo la actuación de Brad Pitt no me convenció.
Han pasado casi tres décadas, la he vuelto a ver, ahora con mis hijas de 15. Les encantó evidentemente y yo me la gocé como un niño. ¡Qué bien dirigida está! Es que la dinámica que trae jamás desciende, las muertes sin mostrar demasiado son impactantes, el enigma te atrapa, la música conmueve, el contexto siempre lluvioso contagia... y bueno, ese final inolvidable.

Una obra maestra a la que solo me parece le resta Brad Pitt. Y me explico: no se si por propias carencias del actor o falta de experiencia del director, el personaje de Brad no transmite la ira que efectivamente debiese transmitir. Luce tontorrón, impulsivo incluso pero no muestra pérdidas de control necesarias como para que cuaje del todo su pecado.

Eso por buscarle algo a un peliculón increíble, que a casi treinta años de su estreno me parece sigue funcionando de maravillas. Lo último en el spoiler.