Uno no está siempre preparado para vivir experiencias emotivas, y este es el caso de "Saw". Un filme que desestabiliza al espectador desde el comienzo, con situaciones que apuntan a lo más bizarro del cine de terror, pero lo que sobresale aquí es el mensaje de "sanar" o "hacer valorar" mediante métodos desubicados que delatan la distorsión mental del serial killer, a personas que van por el mal camino.
Una propuesta que apunta a un cine bastante diferente y bien sugerente a pesar de provenir de la industria masiva. Pero este filme no nos presenta el típico asesino serial sin causa que elige sus víctimas al azar, sino que nos encontramos con una cinta que usufructúa muy bien la confusión conceptual como elemento de gran valor. La viví como una experiencia traumática que intenta promover otro estilo de presentación del thriller de terror sobre psicópatas, y por momentos lo logra muy bien y se nota que la apuesta es positiva y efectiva. Al menos en mi caso, así lo experimenté.
No podemos sacar conclusiones apresuradas de este filme y es obligatorio un segundo visionado de la misma, para que a partir de allí empecemos a armar el rompecabezas que constituye el nudo central de la trama. No es una película de fácil análisis, aunque tampoco podemos decir que tiene planteos muy profundos. Pero lo que presenta, es digno de ser analizado.
James Wan es un director que refleja muy bien la conducta humana enfermiza, nos sabe ambientar muy bien en el desarrollo de su filme y por sobre todas las cosas, nos da un visión muy creíble de los acontecimientos que se van sucediendo uno tras otro. Wan no se queda con lo que Hollywood ya mostró con anterioridad, no refleja una fórmula repetida, sino que trata de ir más allá con una propuesta inteligente y ambiciosa sobre la naturaleza patológica del ser humano y lo refleja con una película distinta, que apunta a mostrarnos otra forma de hacer las cosas.
La película es una inquietante muestra de cómo el ser humano juega entre lo racional y los instintivo, entre la normalidad y la patología, y cómo el hombre pone en marcha sus mecanismos más automáticos de respuestas frente a situaciones límites. Pareciera que filmes del mismo estilo le estarían jugando en contra, pero en mi caso particular no me animo a establecer un parangón con ninguna obra antes hecha. Porque ninguna posee el estilo y la espíritu de "Saw".