Interesante thriller psicológico, bastante engañoso en su desarrollo narrativo y con algunos giros argumentales sorpresas que terminan por darle un valor extra a una trama que aparentaba ser manida y mediocre.

Para mí este filme llega a ser una de las sorpresa del 2011, y si bien no llega entrar entre lo más destacado del año, sí me gustaría aclarar que para mí es una opción lo bastante interesante como para darle una oportunidad, más aún viendo lo flojo y mediocre que es el cine actual dentro del género del thriller de terror.

Una película entretenida, corta, que va directo al grano y a mitad del guión nos presenta un vuelco 180º en la trama que nos hace replantearnos todo lo visto y empezar de cero nuevamente. Es para felicitar a este tipo de filmes bastante pensados en sus argumentos, que te dejan pensando y que al final de todo termina “cerrando” y no dejando baches lógicos. Puede que algún que otro detalle no tenga su correspondiente explicación, pero puedo afirmar que si uno está atento al desarrollo de la historia no tendrá inconvenientes en comprender la mayoría de los giros sorpresas y las “vueltas de tuerca” tramposas que se presentan promediando la trama.

Por qué sólo un seis? Pues a mí me hubiese gustado que la película sea más extensa, que se desarrollen mejor los personajes. Además debo reconocer que este thriller psicológico engañoso “bebe” y se inspira en otras obras maestras del género que marcaron e hicieron escuela (las menciono en la zona spoiler porque considero que citar esos filmes pueden dar pistas al espectador sobre cómo se resuelve el conflicto narrativo de “Dream House” y por ende podría llegar a arruinarle la sorpresa).

Lo demás: convincentes interpretaciones, bonita fotografía, correcta ambientación, y por suerte pocos sustillos fáciles.