Estamos en presencia de una cinta sumamente entretenida y ágil en su desarrollo, más cercana a una obra de acción o aventuras que a un filme de verdadero terror.
Pero la película no pierde de vista el ser un filme que busque impactar con escenas verdaderamente sangrientas donde el pánico inunda la pantalla ante el ataque de los peces asesinos de mandíbulas afiladas.
Me permito mencionar que el filme a grandes rasgos me pareció similar en algunas variantes a la afamada “Tiburón” de Steven Spielberg, sobre todo en el hecho de que hay protagonistas que avisan del peligro de una invasión de peces asesinos y por motivos turísticos comerciales no se les hace caso. Por ende, es obvio que esta cinta bebe y se influye directamente de una obra anterior, no obstante es efectiva y llevadera de igual forma.
También quiero agregar y comentar que la cinta es bastante subidita de tono en son de broma, donde hay varios planos en que el viejo neoyorquino Joe Dante se ocupa de mostrar pechos y traseros de bonitas figuras femeninas en gran parte del filme, aprovechando la excusa de ser una cinta desplegada en ambientes de playas veraniegas.
Pero lo que verdaderamente se destaca aquí es que la cinta tiene mucha acción y se disfruta como un filme de aventuras salpicada con ratos de sangre de la mano de las pirañas asesinas. Pero en esa búsqueda de lograr que la cinta sea divertida pierde sobriedad y a la trama de le notan hendiduras lógicas en ese afán de lograr un filme excedido en bríos y dinámico en las entretenidas vicisitudes que narra.
También como positivo cabe mencionar que los efectos especiales son dignos, si bien en algunas secuencias se le nota el paso del tiempo, el despliegue visual -en especial en los ataques de las pirañas. está satisfactoriamente conseguido.
Las actuaciones son mediocres, si bien no requieren grandes exigencias histriónicas, el elenco cumple mínimamente en la interpretación de personajes repletos de vigor y de “hiperquinesia”.
En fin una cinta que de fondo narra una aventura de salvación, que se entromete displicentemente en algunas variantes románticas sin tanta contundencia, pero que se enfoca directamente a desarrollar situaciones que busquen alcanzar intensidad y tensión en el espectador.

Frases llamativas en el filme:
1) “¿Qué cosas? ¿Peces? La gente se come a los peces, no al revés.”
2)
- ¿Qué pasa con las pirañas?
- Se están comiendo a los invitados.