Fulci construye un filme con muy pocos recursos, sin mucho más que una casa y su sótano misterioso, con la sugerente ubicación de la misma cercana a un cementerio y con los típicos elementos propios de las cintas de terror donde se insinúa mucho más de lo que se termina mostrando.
El filme lamentablemente no me convenció, porque si bien debo reconocer que mantiene en vilo para develar qué ocurre realmente con esa casa, con su pasado y los misteriosos personajes que habitaron en ella... su resolución es bastante improvisada y deja con gusto a poco. Además, en el desarrollo en sí de la historia no hay grandes momentos de suspense, mas bien hay una serie de sustillos a base de escenas sangrientas que poco dejan.
Quizás lo mejor trabajado sea el aspecto de combinar a modo de contraste algo siniestro y macabro con la inocencia de los niños que interactúan en la casa. La sensación de desprotección que ellos comunican puede llegar a ser el factor más atractivo como cinta de terror, porque por lo demás no hay mucho más que destacar que bajo presupuesto, cine bizarro y tosco donde el argumento deja mucho que desear si uno busca algo más que la atrocidad de unas simples muertes en manos de un “ser” desconocido.