La película es un thriller psicológico con cierto parecido por así decirlo a "The Shining" de Kubrick. Toma mucho de los recursos para emular los puntos positivos de la clásica cinta adaptada del libro de S. King.

Con la intencionalidad de atrapar al espectador con la intriga como principal argumento, Brad Anderson irá desarrollando poco a poco la vida de cada uno de los personajes que integran el centro del conflicto del filme. Rescato que casi concluyendo la cinta uno puede ir armando las piezas que a modo de rompecabezas se nos fueron revelando a su debido tiempo. La película no es previsible en ningún momento y con ello no digo que sea original, pero es una aceptable opción para pasar un rato de zozobras y conjeturas sobre la resolución del conflicto principal.

La película está rodada de una manera simple, pero efectiva y ya el marco ambiental del viejo hospital de dementes nos da sobradas pruebas que pasaremos momentos de tensión. Y los hay muchos, quizá no cumpla con hacer sentir miedo, pero por momentos nos sentimos tocados por lo que se presenta y lo que realmente asusta al ser humano. El guión sigue una línea creíble desde el primer momento y el director no nos da muchas pistas al comienzo, nos irá dosificando de manera correcta para develar un nudo tramático bastante complejo de prever. Allí para mí radica el principal mérito del filme, en la perspectiva de ser una película muy poco predecible, y cuando no hay demasiados datos o los hay pero en escasez, me pasa al menos a mí que siento muchos deseos de buscar hipótesis. En ese aspecto cumple, y muy bien. Hay partes donde nos debatimos y nos cuestionamos si la cinta va por el perfil sobrenatural fantástico o por una cruda historia de paranoia que nos hace pensar y mucho. Este sentimiento de inseguridad, nos irá jugando a favor, porque nos mantiene atentos a cada detalle, a cada pista, todo ello dentro de una atmósfera pesada, sórdida y densa de suspense y tensión emocional envidiable.

Es un filme que está bien hecho, no es de esa clase de películas comerciales que tienen el vértigo y el absurdo como estandarte. Porque no peca de repetirse en los típicos thriller con perfil psicológico que vemos, esa típica de adolescentes donde no hay mucho que pensar sino más bien de ritmo lento, sobrio y conciso.

No puedo decir que la película es una gran obra, mas aún si tenemos como antecedente obras como "El resplandor" de donde se ve que se Anderson tomó mucho prestado, pero sí es efectiva a la hora de pasar un buen rato pensando sobre con qué nos van a salir.

En definitivas una aceptable propuesta para sentirnos perseguidos por un "ente" desconocido donde la propia institución mental es una protagonista fundamental más que nos hará pasar más de un sobresalto y donde el principal enemigo es la propia mente.