Miniserie de tv sumamente rara y estrambótica en sus circunstancias. Tanto es así que es muy difícil compenetrarse emocionalmente en su trama, ya que la misma la mayoría de las veces se desarrolla de manera extremadamente tontona e incoherente.

En este seriado televisivo de 13 episodios podemos ver una historia de fantasmas que hacen contacto con la realidad para tratar de hacer conocer un antiguo y oscuro secreto sucedido años atrás en el mismo lugar donde se manifiestan en la actualidad.

Claro que la premisa parece muy trillada, pero la manera en que esta miniserie está contada la hace única en su estilo. Por tanto no visionamos un producto convencional y serio de terror sobre manifestaciones paranormales. Al contrario, esta oferta se presenta de manera excéntrica, con mucho humor negro y con numerosas alternativas tan trastornadas en su esencia que terminan resultando repulsivamente incoherentes e ilógicas.

También hay que mencionar que esta miniserie posee logrados apartados técnicos, tanto en efectos visuales como sonoros, pero los mismos sólo están al servicio de un argumento tan delirante y disparatado que uno como espectador no puede disfrutarlos por completo.

La historia además de rara es un tanto repetitiva en sus circunstancias. Estoy seguro de que sobran varios episodios, pues en varios capítulos la serie se estanca desarrollando circunstancias demasiado superficiales y estúpidas que nada aportan al conflicto principal.

Y para rematarla, hay que decir que el desenlace decepciona. Y eso que la forma de contar la trama no hacía tener muchas expectativas sobre cómo concluye la historia, pero aún así el final es demasiado simplón y exagerado, el cual termina de ratificar que esta miniserie es un delirio total desarrollado con insoportable humor tontón.