De todos es sabido que pasado cierto tiempo los libros pierden sus derechos de autor y los personajes literarios, salvo avezados abogados y pingües beneficios de por medio, quedan a disposición del primero que llegue con ganas de hacer un remake de Frankenstein contra Pinocho. En eso se apoyó Alan Moore para hacer su Liga de Caballeros Extraordinarios y, supongo, Stephen Norrington para perpetrar esa abominación que fue su adaptación a la gran pantalla. Pues bien, Penny Dreadful es una segunda aproximación a la misma idea: juntar personajes conocidos del público -o, en su caso, secundarios que no supongan una demanda millonaria- para desarrollar una historia coral del terror en la época victoriana.

Siguiendo la tendencia reciente de que se puede invertir tanto en el reparto y producción de una serie como en cualquier película -y, aparentemente, mucho más en el guión-, tenemos a actores conocidos como Hartnett, Dalton o Eva Green e incluso a favoritos del público más friki como Billie "Rose Tyler" Piper encarnando a personajes de la literatura decimonónica. Eso si, sin aspiración literaria alguna, como queda constatado en el título (Penny Dreadful viene a ser el equivalente literario del Dime Novel o Pulp Fiction americano).

Parece ser que Showtime ha apostado -como casi todo el mundo últimamente- por el formato HBO, es decir, antihéroes, pasados oscuros, gore y, en ocasiones, escenas de sexo de 10 minutos que no vienen a cuento. No obstante, por ahora el tema funciona, sobre todo para los aficionados al género fantástico de época, que verán guiños por todas partes. La mezcla justa de aventuras, terror y acción. Habrá que esperar unos cuantos episodios más a ver si mantienen el ritmo.