Haz click aquí para copiar la URL
Voto de crisurdiales:
3
Thriller. Ciencia ficción. Drama En 1984, un joven programador intenta adaptar una caótica novela de fantasía a un vídeojuego. Un desafío alucinante que le llevará a cuestionarse la realidad que le rodea. Película interactiva de "Black Mirror", dirigida por David Slade, en la que el espectador puede tomar decisiones que cambian el rumbo de la historia, entre más de cinco finales posibles y 300 minutos filmados en total. También existe la opción de ver la película sin ... [+]
19 de enero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Argumento: un chaval con tratamiento debido a cierto trauma infantil decide transformar una novela en una videoaventura para Spectrum en los 80. Tanto la novela como el juego se apoyan en que el lector/jugador decida qué camino tomar cada cierto tiempo. Según sus decisiones, el desenlace acabará siendo uno u otro. Lo malo es que el programador empieza a sospechar que su vida y la mecánica del videojuego se están mezclando.

Puede que a los no aficionados a videojuegos esta película les parezca de lo más original, pero cualquiera que haya jugado a Heavy Rain, Beyond Two Souls o Detroit, Become Human se dará cuenta de inmediato de que es una copia muy pobre de la misma idea, sólo que reduciendo docenas de finales posibles a unos pocos. De hecho, se parece más a los juegos de Telltale Games, en el sentido de que las decisiones que tomas son mínimas y de bajísimo impacto, o a los de Dontnod, en que hagas lo que hagas al final llegas a un punto en que escoges entre dos o tres posibilidades y listo. Al menos los guiones de algunos de esos juegos son bastante más entretenidos y menos previsibles que los de Bandersnatch, que te dejan con la sensación de que has perdido una hora (o más) de tu tiempo. Toda la interactividad del episodio se convierte básicamente en escoger entre tres montajes de director. Al no tratarse de un videojuego, además, el nivel de implicación con la historia y los personajes es mínimo y, la verdad, te acaba importando poco o nada lo que pase con tal de que resuelvan de una vez. Ejemplos de decisiones (sin spoilers) que tomas en el episodio: qué música escucha el protagonista y qué cereales le apetecen. Hay algunas otras con más impacto, claro, pero en cuanto haces lo que no quiere el director, te corta las alas y te devuelve inmediatamente al punto de bifurcación. En mi opinión, una tontada comparado con lo que la industria del videojuego viene haciendo últimamente. Y, por cierto, tanto hincapié en relacionar unos episodios con otros empieza a ser cargante.
crisurdiales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow