Anonadado con la sutileza que nos presenta Jordan Peele, si os fijáis durante toda la película se refieren a persona de color, sí, pero no destacan ese rasgo de piel, sino una cualidad de la persona. En el final de la película, no deja lugar a dudas, cuando Rose (Allison Williams), en su portátil pone en su buscador “mejores deportistas universitarios” no incluye la palabra “negro” y aquí empieza la genialidad del director. En el final cuando aparece el coche de policía y la mayoría de los espectadores, en los cuales me incluyo pensamos que saldría el típico policía blanco y le daría la culpa de lo sucedido a Chris (Daniel Kaluuya). Pero no es así, en ningún momento de la película se hace referencia al color de piel, se deja claro que las victimas que buscan no es por ese rasgo. Me quedo impregnado con la idea del director, lo que nosotros a un primer momento, al terminar el film, planteamos como una peli de racismo o muy simplona, si nos ponemos a desgranar vemos lo que de verdad nos quiere trasmitir el director, atando pequeños cavos. Nos hace dar cuenta que somos nosotros mismos los que planteamos el racismo, nosotros mismos, nuestra sociedad, aún no tenemos superado este tema, no quiere dejar a duda, por eso nos quiere provocar a nosotros mismos este sentimiento, para que luego no lo podamos negar. Si fuéramos una sociedad totalmente no racista, no veríamos racismo aquí, como ocurre en la escena de la comisaria, el único que tiene esa idea en mente y se la quiere meter en la cabeza al protagonista y de paso al espectador es un tipo que hace el papel de gracioso, sin mucha cabeza y que en un principio al acabar la película pensamos “tenía razón” pero en verdad estamos completamente equivocados, podríamos volver a ver la película y en ningún momento asociar este tema, en verdad nosotros somos tan ciegos como él y vemos racismo donde no lo hay.

Gran forma del director para entrar en nuestra mente, para concienciar de un tema tan complicado como la no superación completa de la lacra que ha sido el racismo.