Difícilmente se puede hacer una película que pierda tanto los orígenes de lo que fue Matrix.
Las escenas de acción son muy gratuitas y con un estilo a lo jungla de cristal que no le pega nada. Disparos, explosiones y destrucción a raudales. Las peleas de la franquicia siempre se habían caracterizado por ser más pausadas, con grandes coreografías y exaltando los poderes de Neo. Ahora podrían ser de cualquier película palomitera genérica.

También se ha transformado el mensaje filosófico y las paradojas de realidad en algo lacrimógeno que enfatiza los problemas existenciales de los protagonistas.

Los dos sustitutos de protagonistas (Fishburne y Weaving) no dan la talla. Se ven de relleno, sin carisma ni función clara. Para esto haber inventado personajes nuevos.

Por último, la película en su totalidad se siente como una traición a lo que se construyó durante las tres anteriores, que deja de tener sentido y se carga totalmente su propósito y las reglas establecidas. Aparte de dejar un final inconcluso que deja con muy mal sabor de boca.