No termino de entender el Superman de Zack Snyder, supongo que será porque ni él mismo es honesto con sus intenciones. Intenta satisfacer a los seguidores de Superman, a los de Batman, al gran público en general y al final se queda a medio camino de unos y otros con una película incoherente en su propósito. Bryan Singer por lo menos fue coherente con su Superman Returns, se trataba de hacer un homenaje al Superman de siempre y lo consiguió con una película que, a riesgo de que me lapiden, considero la mejor sobre este personaje desde Superman II. Superman es su dualidad con Clark Kent, es el héroe que salva trenes descarrilados y aviones en picado... y aunque suene a lo de siempre, también estamos cansados de ver a Bruce Wayne contemplando la muerte de sus padres y torturándose por la pérdida en el cementerio y, sin embargo, en esta película esto sí volvemos a verlo.

Ni Henry Cavill termina de darle personalidad al héroe, ni vemos química entre los dos grandes del universo DC. Una enemistad, forzada en todo momento, es el único hilo argumental de una película que se deja ver simplemente por el aliciente de saber como va a terminar todo. Y esa es la sensación que te deja... Pasas dos horas esperando que explote todo y al final te deja con ganas de algo más y mejor. Si no llega a ser una decepción completa es porque, ya avisado con "El hombre de acero", no tenía grandes expectativas.

Lo mejor, un Lex Luthor, brillantemente desequilibrado, que se come cada vez que sale en pantalla a todo aquel que ose compartir plano con él, incluso a la mismísima Holly Hunter.

Producto que termina siendo resultón y sin muchas pretensiones, donde en ese objetivo por agradar a todos gana el gran público comercial, que cuando terminan los créditos no se para a analizar lo que ha pasado, porque cuanto más la pienses más evidentes se muestran sus carencias.