Después de buscar varias definiciones de lo que es un parásito he decidido quedarme con la primera que encontré, que no es una de las oficiales pero que explica perfectamente el resumen de esta cinta:
Un parásito es un organismo que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causar algún daño o enfermedad.
Ki-taek y toda su familia se encuentran sin trabajo. Viven en un barrio bastante pobre. Los planos de su casa o de su barrio se toman desde arriba, para que seamos conscientes siempre de quién está abajo. Es curioso que lo más alto de su vivienda sea el wáter –me llamó mucho la atención- y algunas de las escenas en ese lugar son de lo más graciosas y también de lo más degradantes. Todo va a cambiar cuando el amigo de Ki-woo (hijo de Ki-taek) deje de ser el tutor de la hija de los Park y le recomiende a él para el puesto. Dice que la señora Park 'es simple‘ o algo así y que no sabrá si estudia en la universidad, si tiene más o menos dinero, ni tendrá ninguna sospecha de su condición de pobre si se lo monta bien.
Los Park, familia rica, están arriba, para acceder a la mansión hay que subir una rampa –ellos la suben en coches que ni siquiera conducen-; te tienen que abrir una inmensa puerta; tienen un jardín enorme; y luego está la casa, toda de cristal, aséptica, fría, con unas vistas impresionantes; varios pisos y una despensa. Viene con ama de llaves incluida.
Y es en este momento donde empieza el guion original, sorpresivo; primero con un toque pilluelo, gracioso. Todo funciona como un engranaje bien lubricado; sin errores.
Y te acomodas en el hogar de los Park sin darte cuenta. La comida es rica y abundante; el alcohol también. El dinero no es problema, te pagan el día entero si hace falta para que acudas a una fiesta. Pero algo huele a rábano pasado, a metro, a pobre. Ese olor parece que no se va nunca.
Creo que por no haceros spoiler –aunque muchos hay ya- no os voy a comentar mis escenas favoritas. Solo deciros que son, a ratos surrealistas y por momentos tan reales que duele verlas.
Bueno, solo hablaré de una, que es la de la tormenta. La diferencia abismal de ver una fuerte tormenta desde una casa bien situada y con todo cristal, desde el cómodo sofá de tu casa, a vivirla abajo del todo. Impresiona bastante.
Tampoco hablo del nudo –¡pero ojo con el nudo!- ni por supuesto, del final, que me gustó mucho.
Una película que te lleva al límite. Inolvidable. Muy recomendable, incluso para los que no veis cine coreano. Demasiado intensa. Un trabajo sobresaliente por parte de todos los que la han hecho posible. Merecidos premios y espero que se lleve más.