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España España · Valladolid
Voto de Teresa:
9
Terror. Thriller Cinco amigas veinteañeras, Kate, Page, Shelly, Lily y Dorothy, al acercarse el día de San Valentín, intentan arreglar sus vidas amorosas. Sin embargo, una extraña cita acaba con el asesinato de una de ellas a manos de un psicópata enmascarado que, previamente, le había enviado una morbosa tarjeta de San Valentín. Después del funeral, las demás empiezan a recibir amenazas a través de tarjetas y mensajes. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantan los Slasher; no me gusta que se añadan reglas nuevas al juego, que empezó –según algunos entendidos- en los 60 con Psicosis de Hitchcock, El Fotógrafo del pánico de Powell, Blood Feast de Gordon Lewis o Dementia 13 de Coppola; pero seamos sinceros, ninguno tiene las normas en cuestión (de las que tanto hablaría Craven en Scream); de hecho Blood Feast está considerada la primera película gore, lo que entraría dentro de otro subgénero. Por mi parte no voy a catalogar como Slasher ninguna de ellas; pueden llamarse de terror (término general) o meterlas en otros apartados ya existentes. En los 70 sí empieza a dibujarse el Slasher que conocemos ahora, primero con A Bay of Blood de Mario Bava, considerada una precursora del género, que se consolidaría, sin duda, con The Texas Chain Saw Massacre (1974) de Tobe Hooper y Black Christmas (1974) de Bob Clark, a las que pronto seguirían títulos como Haloween (1978) de John Carpenter y Viernes 13 de Sean S. Cunningham. Éstas ya son Slasher con todas las de la ley; esto viene a que no quiero que el género me aporte nada nuevo, creo que se pueden inventar mil subgéneros más sin cambiar éste que es tan especial; es muy básico; gente joven bebe, mantiene relaciones sexuales, o se reúnen por cualquier razón en un lago, cabaña del bosque, piso…lo que sea; seguramente han hecho algo malo a otra persona que en el futuro es la que busca venganza, y si no han sido ellos tampoco importa, morirán igualmente por el simple hecho de ser jóvenes y solo queda la famosa Final Girl (que ahora se puede llamar «el último superviviente»). Craven añadió algunos detalles que molaron al personal, como que podía haber más de un asesino y su toque especial con el humor en mitad de una matanza. En resumen, los slasher tienen que ser puros. Valentine cumple todas las normas, incluso en el número de personas que pueden morir -que suelen ser cinco- (y es que parece un número mágico que sirve para que haya suficientes muertes y asimismo que puedas conocer en hora y media a cada uno de los protagonistas).
El director Jamie Blanks hizo las delicias de mi adolescencia, y es que también dirigió, en 1998, Leyenda Urbana, con un guapísimo Jared Leto. En 2001, Blanks volvería con Valentine y con ésta una de mis actrices fetiches (no porque sea demasiado buena, si no porque en su día nos parecíamos bastante y fue la comidilla durante un par de años de instituto), Denise Richards (en 2001 todavía estaba de moda, en 1998 nos sonrojó a todos con Juegos Salvajes, en la que estaba más sensual si cabe que el propio Mat Dillon); en Valentine es Page, una chica guapa y deslenguada, lo que le va a hacer flaco favor en su vida adulta; Marley Shelton (Scream 4, Planet Terror o Death Proof) es la amable Kate (y ser siempre amable tampoco es bueno); Jessica Capshaw (Arizona en Anatomía de Grey) es Dorothy, la más insegura de las cinco; Jessica Cauffiel (Leyenda Urbana 2, Road Trip, Una Rubia Muy Legal 1 y 2) es Lily, la que se toma todo a broma; Katherine Heigl (Anatomía de Grey), es la estudiante diez, Shelley y David Boreanaz (Buffy cazavampiros; Ángel, Bones) es Adam Carr. Heigl y Boreanaz fueron el cebo para publicitar la película (como ya hizo Craven con Drew Barrymore).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Teresa
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