Peliculón dirigido por Luis Tinoco con gran acierto e interpretado de manera magistral por Andrea Trepat (El club de los incomprendidos) que sostiene ella sola todo el peso de la película. Reconozco que la llevaba dejando pendiente para ver durante varias semanas sin imaginar que me iba a dejar tan impresionada, tan impactada y es que es emocionante en muchos aspectos.

Alexandra lleva desde los diez años soñando con el trabajo que está haciendo ahora mismo. Algo tan importante que podría cambiar el rumbo de la humanidad (podría no, seguramente tampoco, al cien por cien lo cambiaria), sin embargo, justo ese día en el que parece que va a hacer su gran descubrimiento, se presenta el peor drama familiar imaginable.

Ella está sola, ese trabajo depende de ella, ese gran descubrimiento, pero al mismo tiempo se ve presionada por las circunstancias familiares. Para muchos la respuesta es sencilla de un lado o de otro, sin embargo para mí ha sido una hora y media complicadísima, haciéndome las mismas preguntas que la protagonista y sintiéndome tremendamente culpable por ella, por la decisión que debe tomar.

La cinta es excelente. Tiene una calidad impresionante. Me ha encantado y creo que está hecha precisamente para que pensemos más allá de la idea básica de lo que está mejor. Ese dilema moral de los que muchos compañeros hablan. Eso que nos enseñaban en clase de filosofía, cuándo nos ponían dos ejemplos difíciles y teníamos que elegir a quién salvar. Nos enseñaban a pensar y este filme hace lo mismo, porque yo no dejo de darle vueltas a todas las posibilidades.

Increíble. Más pelis así.