'Dead Man' es un puzle al que le faltan la mitad de las piezas. Dicho esto, Jim Jarmusch elige el camino más largo y se caga, literalmente, en el cine convencional. Un western contado de otra manera. A través de secuencias surrealistas barridas por continuos fundidos en negro, y cosidas por una música tan minimalista como efectiva. Una película diferente, repito, diferente. Un regalo para el cine y por el cine.