Nos encontramos ante la segunda parte de una de las películas más crueles que he visto, pero esta elevada a la máxima potencia de lo deliciosamente macabro y absurdo.
Lo que eché de menos en la anterior película, el gore a raudales, en esta se me sirve en una bandeja de plata.
El protagonista, madre mía que papelón, si parece que está desequilibrado de verdad, todas las caras que pone, y esos ojos que parece que se le salen de las órbitas, sin duda un personaje ideal para el papel que juega. Encima el tío no dice ni una palabra en toda la pelicula.
Sólo se me ocurre un pequeño fallo, por así decirlo , pero que es muy poca cosa. Se trata de como ha reunido tanta gente, sin que nadie los extrañe y los busquen, como pasaba en la primera entrega.
Hará las delicias de los más exigentes amantes de este tipo de cine, es lo nunca visto. Una cinta extremadamente cruel, que te deja pegado al asiento observando las travesuras del pobre Martin.
Si sabes lo que vas a ver, te encantará y posiblemente quieras repetir, si por el contrario no tienes ni idea de lo que te reserva esta película, mejor no la veas porque es casi seguro que te hará vomitar.