No sé si será la última peli de Clint como actor pero esta peli parece que la hizo para recrear un personaje que resume algunos de sus más famosos papeles, a saber:
- el escupitajo de la época del espaguetti western.
- la mirada y frialdad de Callahan.
- y la determinación crepuscular de William Munny.

Seguro que otros más cinéfilos verán algún "autoguiño" más. El caso es que la peli parece hecha para un solo actor o personaje, para su lucimiento, pero que no defrauda a nadie.

Otra cosa es que el argumento y los temas son poco originales y la revisión del veterano de guerra americano se queda corta respecto a la que hizo con la del pistolero en Sin perdón.

Con un final congruente y bien resuelto, la peli no aburre ni se acrca a la maestría de otras obras suyas. Pero como despedida de Clint es un buen broche.

(¡Ah! Parte del dinero para el doblaje se lo debieron gastar en gambas).