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España España · teruel
Voto de simón:
7
Drama Vincent se queda sin empleo, pero no tiene valor para contárselo a su familia y amigos, por lo que decide inventarse un trabajo en las Naciones Unidas, un trabajo ficticio que le obliga a vagar sin rumbo día tras día. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo escapar de la rutina, cómo liberarse de una realidad que te encadena, cómo encontrar la salida de una angustiosa existencia que te lastra día a día?.
Vincent conduce, conduce durante horas: es su particular forma de escapar de una vida que le asfixia, y le asfixia porque no se encuentra a gusto, y no sólo porque haya perdido su trabajo, que también, sino porque tiene pavor a las cadenas del qué dirán, a quedarse estancado por la opinión de los demás, a morir lentamente varado en lo que se espera de él; y tiene pavor a la derrota, a la constatación pública de su fracaso personal, a defraudar, a no dar la talla, a no llegar al lugar donde todos lo aguardan.
Y sigue conduciendo, y se siente libre, como nunca se había sentido; pero sabe que todo es una farsa temporal, un juego con fecha próxima de caducidad, y sabe que la realidad es dura, siempre lo es, y que el paso del tiempo supondrá un giro más en la cadena que anuda con fuerza su cuello.
Y por ello miente, engaña y estafa a los suyos, a los que más ha querido, pero también a los que más se van a sentir decepcionados; y lo sabe, perfectamente, y eso multiplica su dolor, pero ya no hay marcha atrás, no puede desandar el camino recorrido, ya no, ya sólo puede esperar un milagro, algo que le ayude a salir del marasmo en el que se encuentra, pero no es fácil, nunca es fácil, sobre todo cuando se trata de decepcionar a los que más esperan de ti.
En un momento dado cree hallar el milagro que esperaba, pero pronto se da cuenta que nadie le va a ayudar de forma desinteresada, que los favores se pagan, y casi siempre con intereses. Así es la condición humana, nadie regala nada, nadie piensa en el bienestar ajeno, ¿para qué?.
Pero el tiempo pasa, y se le echa encima, nada parece funcionar, sólo consigue empeorar su situación, y se siente culpable, dolorosamente culpable; pero ya no es posible cambiar, la situación es desesperada, no hay salida, está atrapado en un oscuro túnel del que ya no puede seguir huyendo; quizás ese sea el final, merecido final, al fin y al cabo, por todo lo que ha hecho, o peor, por lo que no se ha atrevido a realizar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
simón
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