Maniquea y simplona, infantil, exceso de acción surrealista, personajes mal desarrollados, planos… Cosas que a menudo, y con razón, se escriben sobre películas de acción de USA. Pero ésta, como es japonesa, parece que no; que es el carácter nipón, tan especial… mis cojones.

Los personajes en general, sin desarrollo alguno y, por tanto, cero carisma. Cero empatía. Se distinguen 3 o 4 porque los demás son iguales. Y además te acaba dando igual que les maten o les toque lotería. La primera hora es lenta de cojones, más allá de describir con mucho acierto lo cabronazo que es el maloso de turno (el único que mola de toda la película) el guionista y director se decantan por diálogos escasos y sin sustancia en vez de darles un poquito de desarrollo y de vida a los personajes. Y no olvidemos al jefe Wygum (mejor verla en V.O. en este caso) hablando de la pesca y de un tablero de juego que, por lo visto, sólo él ve. Sus subordinados lo toman por senil pero como es el jefe, el jefe Wygum, le obedecen.

Los últimos tres cuartos de hora los ocupa la carnicería, aburrida y poco emocionante. No hay un exceso de sangre, pero sí lo hay de escenas y situaciones ridículas, muy del cine de acción; lo típico: 13 contra 1 y se dedican a atacarle de uno en uno. Y los héroes que son como conejitos de duracell: da igual que les caigan unas decenas de tajos o que un sable les atraviese incluso; son capaces de continuar en la lucha, gritando a pleno pulmón.
Sólo me interesaba ver cómo se las ingenian para atacar en la ciudad al ejército del mal, la planificación. Bastante ingeniosa y creíble dentro de lo que cabe. Pero a partir de ahí todo se me antoja ridículo y plomizo. Y luego está el rollo de que son 13 contra 200… ¿seguro? A mí me da la sensación de que mínimo se cargan a 400 soldados. Bah, da igual.

Me gustaría que alguien explicase, ya que el director no ofrece ninguna pista al respecto, qué diablos hace el “cazador” (personaje odioso, supuestamente humorístico) reapareciendo al final. ¿Un demonio del bosque quizás? Me niego a creer que sea un gazapo, aunque si tomamos como referencia la lamentable escena de los toros de fuego todo es posible. Quién sabe.