Brillante, intrigante, siniestra, terrorífica e inquietante adaptación de la novela de Thomas Harris. Jonathan Demme dirige este ejercicio de suspense psicológico con efectivos toques de terror. El silencio de los corderos supuso el lanzamiento al estrellato de Anthony Hopkins, actor inexplicablemente poco conocido pese una trayectoria notable.

La película fue galardonada con cinco merecidísimas estatuillas entre ellas las más importantes: mejor película, director, actor, actriz y guión adaptado. Todos los actores están perfectos, pero mención aparte se merecen las magistrales interpretaciones de Jodie Foster, quien preparó su papel consultando con una auténtica agente del FBI, y Anthony Hopkins, un personaje memorable el de Hannibal Lecter. Destacar también la espeluznante música compuesta por Howard Shore, que el director utiliza para hacer énfasis en las escenas más dramáticas.

El silencio de los corderos es una película que da mucho miedo, no solo por lo que nos muestra sino cómo lo muestra, profundizando en la psicología de los personajes de la misma manera que el cirujano usa el bisturí.