Típico drama sensiblero sobre las enfermedades mentales, con los mismos ingredientes convencionales de siempre; tal y como les gusta a los americanos.

Un padre con discapacidad mental se enfrenta a la dura responsabilidad de cuidar a su hija, tras el abandono de su madre. Pero los problemas vendrán cuando su hija crezca hasta los 8 años. Ya que él tiene el coeficiente intelectual de un niño de 7 años y no se encuentra capacitado para cuidar a su hija, tendrá que luchar por conseguir la custodia con la ayuda de la mejor abogada.

Es indiscutible que Sean Penn realiza una magnífica interpretación, pero me veo obligado a recordaros que el autismo fue representado magistralmente con la sublime e insuperable actuación de Dustin Hoffman en "Rain Man". También mencionaros el inolvidable trabajo de Tom Hanks en "Forrest Gump".
En cuanto a Michelle Pfeiffer, interpreta a una abogada egoísta, obsesionada con el trabajo, que lo único que le preocupa es el dinero, y que no es capaz de cuidar a su propio hijo. En un papel con características comunes, debo destacar la excelente actuación de Tom Cruise en la primera película citada anteriormente. No por ello es una película que deis de lado; porque las escenas de Sam con su hija Lucy (sobre todo en las que su hija le enseña a su propio padre a pronunciar unas palabras) son intensamente conmovedoras, profundas y tiernas. Pero eso sí, os recomiendo que veáis primero "Rain Man" y luego ésta, y que luego las comparéis.