2046 es el futuro. Es el número de una habitación de hotel, donde el sexo desenfrenado surge a cualquier hora, en cualquier momento y con cualquier mujer. Donde el amor es incapaz de manifestarse, porque se siente bloqueado por el resentimiento. Pero cuando lo hace, este brota con tal fuerza, capaz de romper el corazón. Pero si ese amor no se riega a diario, se marchita, se debilita. Y es enterrado en los más profundo de la memoria, del olvido.

Wong Kar-Wai nos seduce, nos fascina con unas imágenes tan pulcras, dotadas de una concentrada belleza y pasión. Una historia de amor expresada a través de la lírica de sus diálogos, de la sensualidad estética y espontánea y del romanticismo de su cautivadora música.