Cuando ves esta película te das cuenta de todos los adornos que sobran en un film de terror, y sin embargo, últimamente parece ser que no saben hacer una película sin empacharnos de ellos.

El film carece casi por completo de efectos especiales, no es nada gore. De hecho, os aseguro que un servidor derrama más sangre al afeitarse que la que se ve en esta película. Peter Medak, fue un director promesa de los ochenta, lo malo es que se quedó en eso, en eterna promesa (algo así como Guti pero en director) Sin duda esta es su mejor película, pues supo cargar la cinta de altas dosis de tensión, angustia, estrés e incertidumbre. Aprovechando casi por completo un argumento casi perfecto, sin demasiadas extravagancias ni estridencias, pero tan cargadito de intriga y misterio que sólo con esas armas consigue dejarnos pegados en la butaca durante buena parte de las casi dos horas que dura la película.

Al final de la escalera es un título casi mítico y de culto para todos los amantes del género de terror, un film en el que muchas de sus ideas serían copiadas hasta la saciedad en decenas de títulos de terror durante los años venideros.

Sencilla pero eficaz, nada caduca a pesar de los años transcurridos desde su estreno.