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España España · Madrid
Voto de xalons:
6
Comedia. Drama Medio-oeste americano, 1967. Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) es un profesor de física que ve cómo de la noche a la mañana su vida se derrumba. Es un hombre bueno, un marido fiel y afectuoso, un buen padre y un profesor serio, pero, de repente, todo en su vida empieza a ir mal. Su mujer lo abandona sin explicaciones, y el amante de ella lo convence para que deje su casa y se mude a un motel por el bien de los niños. Además, su carrera ... [+]
6 de marzo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin necesidad de estrellas ni otros adornos que le aporten comercialidad, los hermanos Coen demuestran con Un tipo serio su independencia cinematográfica. Es una obra muy de ellos con su inconfundible humor negro y su reconocible factura visual.

Un profesor de matemáticas, judío y con una vida apacible, ve cómo el mundo se desmorona a su alrededor desde que su esposa le anuncia que quiere separarse para dejarle por un viudo. Retrato cínico de una familia judía norteamericana de los años sesenta, no escatima la crítica subersiva sobre los judíos y su apego a la ayuda de la comunidad, a los rabinos, la religión y su fe en Dios. El prólogo, un breve relato independiente del resto del argumento, es como un aperitivo con muy buen sabor.

El principio de incertidumbre que el matemático explica en el instituto, sirve de metáfora de la mirada no creyente sobre la vida. Cualquier cosa puede pasar: su mujer pretende dejarle por otro, sus hijos parecen unos extraños insensibles a su devenir, la atractiva vecina que toma el sol desnuda puede corresponder a sus deseos sexuales, un alumno asiático pretende sobornarle para que le apruebe y sus antes apacibles sueños se llenan de escenas agobiantes y premonitorias de la cuesta abajo que ha tomado su existencia.

Al contrario que su personaje, los hermanos Coen, no caen por ninguna cuesta y tan geniales cómo siempre, no rebajan el nivel de su buena filmografía. Vuelven a crear una obra fiel a su estilo, tal vez menos amigable para el espectador menos condescendiente con un relato adulto y sin efectismos. A mí me atrapa el relato de las desventuras de este judío matemático excluido de su propio hogar e incapaz de reaccionar ante el nuevo rumbo de su incierta vida. Supongo que no todo el mundo estará de acuerdo en aceptar que la vida es así de incierta y menos a hacerlo bajo el prisma del humor de los Coen. En mi caso sí y por eso me gusta esta película.
xalons
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