El tiempo no ha pasado en vano para Gérard Depardieu, que interpreta con solvencia a un cantante de salones de baile e interpreta canciones en un estilo muy francés de los años 60. Es, en efecto, un hombre maduro y con sobrepeso (se dice que es como una "montaña" y esto acuerda con su imagen). Marion es una encantadora joven cuyas conductas sorprenden pero se pueden inferir. Alain la atrae poderosamente pero cuando están cerca tiene mal carácter. Uno se pregunta entonces adónde puede conducir esto, y ya lo verán. Agradables los números musicales, la mayoría de los diálogos, un paseo en la montaña por el Puy de Dôme (en Francia, en el Macizo Central) y todo el resto sucede en Clermont Ferrand. Nada muy especial, pero agradable y entretenida.