Bolt es el claro ejemplo de que (con muy contadas excepciones) Disney no es nada en el terreno de la animación sin PIXAR, y me sorprende la sobrevaloradísima nota que se le da.

Ésta película protagonizada una vez más por un perro (que alguien me explique la obsesión del estudio con los canes) no cuenta nada, y lo que es peor: insulta al público descaradamente con su nefasto y estúpido argumento (que me gustaría destrozar punto por punto en el spoiler pero ¿para qué?). Los personajes no tienen carisma, son planos y terminan siendo tópicos y odiosos (no ayuda en nada un horrendo doblaje latinoamericano que pareciera haber sido realizado por principiantes, especialmente el perro y el hámster). Su humor carece de toda originalidad y apenas hace gracia, es predecible, tiene una nauseabunda moralina y lo único destacable es la animación (que faltaría más que sea mala) casi, casi al nivel de PIXAR.

Finalicemos con que ni pensaba verla pero su injustificada nominación a los Globos de Oro (¿como puede ser habiéndose estrenado éste año la muy correcta “Horton hears a Who!”?) me ha arrastrado inútilmente a la sala.