Robert Rodríguez continúa la saga comenzada con “El Mariachi” con el buen estilo que lo caracteriza en la dirección.
Las escenas de acción son excelentes, los actores muy buenos (excepto Dios Tarantino que debería dedicarse únicamente a dirigir obras maestras) y la banda sonora inolvidable (la introducción es todo un clásico).
Lo que falla en “Desperado” es el guión que a ratos se vuelve muy poco creíble, predecible e inconcluso, y el pésimo chiste de Tarantino.