“Donnie Darko” era una película compleja y profunda que jugaba con el espectador y le daba la posibilidad de la libre interpretación; sin olvidar que para lo que contaba su argumento, era medida y modesta. “Southland Tales” al contrario, es una paja mental incomprensiible, aburrida, larga, carente de ritmo, y pretenciosa hasta decir basta. Falto muy poco para que la parara a los 20 minutos.

Va a ser que por dirigir una sola película de culto el señor Kelly ya se cree un genio que puede rodar las paridas que le da la gana; y nada mejor que para su proyecto más ambicioso se rodee de “actorazos” como Stifler, Buffy, The Rock, Christopher Lambert y hasta Justin Timberlake. La verdad es que no hay como tragarse esta cosa mal llamada película, y peor todavía si hay que leer tres novelas para enterarse del argumento. Un timo y una perdida de tiempo en toda regla.