Sam Mendes y Alan Ball han creado una obra de arte, visualmente maravillosa y espléndidamente interpretada por un reparto de lujo.
Cada plano tiene mucho significado, desde la bolsa flotando hasta esa clásica (y parodiada hasta el cansancio) escena de Lester fantaseando con la amiga de su hija, todo con un profundo contenido y reflejando siempre la trágica realidad del modo de vida americano.
El reaparto es una auténtica gloria, Anette Bening, Thora Birch, Mena Suvari Wes Bentley y Chris Cooper (los secundarios en otras palabras) realizan una actuación impecable profundizando a sus personajes de manera magistral.
Sin adjetivos sobre Kevin Spacey, solo diré que el Oscar es muy poco reconocimiento para un actor que con esta película ha pasado a la historia del cine.
También hay que destacar la banda sonora, la fotografía y los brillantes toques de humor. Todo en American Beauty roza la perfección.