Tan entretenida y trepidante como sus predecesoras, la saga de Richard Dooner ha crecido con el tiempo y en esas cuatro entregas que abarcan 11 años hemos visto a sus dos carismáticos protagonistas haciendo de todo y colmando la pantalla con hilarantes conversaciones y espectaculares escenas de acción. En ésta última entrega todo adquiere un tono nostálgico (sobra hablar del final con las fotografías) que es como una forma de auto-homenajear la saga. Si hablamos de lo nuevo hay que destacar a Chris Rock que no lo hace nada mal y Jet Li cumple aunque más por la imperdible pelea final que sostiene con Mel Gibson y Danny Glover.

Esperemos que ningún ejecutivo inescrupuloso se atreva a tocar ésta clásica saga para sacar secuelas o remakes. Es lo último que necesitamos.