De momento la mejor de la saga lo que no quiere decir que sea una buena película; de hecho es horrenda pero que no tan ridículamente penosa como las dos anteriores entregas. Si esta es la mejor es gracias a su director David Slade; se nota en cada plano y secuencia que este señor ha hecho lo posible abarcar con esta entrega un público más general y que no solo se limite a las cansinas quinceañeras que gritan nada más ver al Lautner en topless. No es secreto que la productora lo echó en post-producción por que su versión de la película tenía escenas de acción más violentas, menos romance patético y más sentido del humor (lo único que han dejado). Una versión “director’s cut” sería más que interesante

Sobre los actores, el gran problema de esta saga es que los personajes son tan penosos que es imposible interpretarlos bien: Robert Pattinson demuestra en otras películas ser un actor competente pero acá se limita a repetirse recitando paridas románticas y poner cara de estreñido en los momentos tensos. Lo de Kristen Stewart es para analizar: esta actriz que generalmente se marca interpretaciones dignas de aplauso hace una interpretación desganada, indiferente, inexpresiva, con esa imperturbable cara de “me vale un demonio todo” (que de hecho es más que probable). Del Lautner solo diré que no puede actuar, su presencia es más propia de utilería que de casting, esta ahí para pasearse sin camiseta y adornar la película.

La historia es risiblemente mala, repetitiva y llega a tal punto que se tiene que rellenar metraje con flashbacks de personajes muy secundarios que no interesan. Todo esto nos lleva a una de las secuencias más imbéciles del año: la dichosa escena en la montaña donde la estupidez llega a niveles insultantes. Luego esa batalla final donde si bien ya no se notan tan descaradamente las cuerdas y los lobos están mejor rendereados, no se puede evitar despotricar contra la absurdísima forma en que se ha resuelto el problema de la sangre. Y es que si estos “vampiros” brillan en el sol es por algo pero no lo comentaré para evitar spoilers.

Pero lo peor, lo que es sumamente deleznable es la moralidad retrógrada de la autora disfrazada de historia romántica fantástica. Y es que al final Eclipse es un panfleto manipulador asquerosamente conservador que provoca la vergüenza ajena. Solo recomendable para las fanboys y para los anti-fans más frikis dispuestos a reír y celebrar vuvuzela en mano (en cine debe ser memorable) cada estupidez del guión, cada frase del vampiro moñas y cada despelote gratuito del hombre lobo depilado. Y es que esta basura de saga realmente no da para más.