Robert De Niro, de nuevo con gorra y barba y deseoso de apuntarse otro tanto tras el enorme éxito de "EL CAZADOR", volvió a protagonizar en 1989 otro drama antibélico muy similar, en el que sus protagonistas sufren las secuelas de la guerra del Vietnam, así como la pérdida de uno de sus amigos más queridos.

Pero en ir de camino a ser una gran película, se convirtió más bien en un cuasi y discreto telefilme con poco interés que supuso un rotundo fracaso de taquilla, pasando por los cines sin pena ni gloria, y que no llegó ni por asomo al nivel de "EL CAZADOR". Es, indudablemente, uno de los títulos menos jugosos en la filmografía de Robert De Niro.

De Niro, que había obtenido un gran éxito el año anterior con "Huída a medianoche", se degradó por completo en esta película, aunque su interpretación del chiflado Joseph "Megs" Megessey no es mala para nada. De Niro, así como Harris y Kathy Baker, están correctos en sus respectivos papeles.

Si en "EL CAZADOR", De Niro íba con su gran rifle matando ciervos, aquí se dedica a pescar truchitas con caña (no sé si habéis captado el mensaje).

Uno de los primeros papeles importantes de Ed Harris, quien luce un descomunal bigote.

Si eres muy fan de Robert De Niro, te gustará esta película, aunque como digo, dista mucho de ser un clásico. Pero también digo que si De Niro no sale en "Jacknife", la película no valdría absolutamente nada.