En fin, he visto "Atrocious" sin saber absolutamente nada de ella más que se trataba de un falso documental. Hay que reconocer que enseguida engancha y llama la atención: nos metemos rápidamente en un cotidiano fin de semana que una familia decide pasar en una casa antigua. Los dos hermanos, aficionados a grabar leyendas urbanas, intentan superar el aburrimiento buscando supuestos misterios. Y ahí ya tenemos la excusa para otra historia de terror a lo "Misterio de la bruja de Blair" o, especialmente, "Paranormal Activity".

Quien busque originalidad, aquí no la va a encontrar, pero es que el "documental" tampoco lo pretende. Se trata de reunir los momentos más carismáticos de este tipo de películas, digerirlos e imitarlos para dar vida a una producción que entretenga y que inquiete. Y esto lo logra con creces, ya que hasta el final no podremos apartar la vista de la pantalla para ver qué sucede. Los actores están más que correctos dentro de lo que es posible con un guión que roza lo esquemático, y las situaciones de terror, sin ser nada del otro mundo, quedan muy bien en el entorno mediterráneo y soleado del Garraf.

Pero sí, también tiene sus puntos en contra: un guión hecho de puntos demasiado concretos, lo cual es una lástima porque creo que se podría haber desarrollado más la historia -que pinta interesante, pero apenas se apunta-, en detrimento de tanta carrera absurda; y en segundo lugar, se nota que el supuesto jardín laberíntico en el que tiene lugar la "miga" del filme es en realidad muy pequeño, y canta mucho que los actores pasan una y otra vez por los mismos sitios; podrían haber buscado otro más grande, o hacerlo mejor para que no se notara tanto.

En definitiva, me quedo con el buen rato que me ha hecho pasar. Sin ser una gran película, tiene algo -no sé si un escenario tan cercano, la naturalidad de los actores o la siniestra soledad del caserón- que no la hace ser ni mediocre ni una del montón.