Ciertamente, no alcanzo a entender cómo hay gente que deteste esta película. Pocas veces he salido del cine convencido de haber visto una auténtica obra maestra.
No quisiera simplemente extenderme con palabras que realcen la película, pero es que no me parece ver nada malo en ella.
Desde su concepto y clima de desesperación ante un inminente y auténtico fin de la raza humana, pasando por su hiperrealismo dotado de un pulso narrativo increíble gracias en gran parte por unos excelentes planos secuencias (pudiendo sostener Cuarón la toma hasta unos 10 minutos casi); una fotografía que convierte cada toma en un precioso cuadro pictórico, y como hilo conductor de todas las piezas del film y contraponiéndose al aire oscuro y apocalíptico del mismo, un atisbo de esperanza, de luz, de vida, que ha de ser salvado de toda la degradación humana a la que ha llegado. Y todo ello por un antihéroe que, por circunstancias anteriores, ya había perdido la esperanza en el renacer del propio ser humano.
Todo ello culminado por un precioso final casi poético que, aun decepcionando a muchos, no podía haber sido de otra forma pues enlaza con al clima de la cinta: la lucha eterna por la supervivencia con un único atisbo de esperanza sin saber en el fondo si todo servía para algo.
Esta película es, simple y llanamente, cine.