Media votos
7,0
Votos
1.768
Críticas
43
Listas
3
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de walser:
10
3 de marzo de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Esta magnífica película tiene mucho para el asombro. Lo primero, que haya sido el debut (algo tardío, a los 40 y pico) de Benedikt Erlingsson como director, en el 2013. Y que el guión sea del propio Erlingsson. Y, naturalmente, que sea tan bueno...
En segundo lugar -en este caso el orden es lo de menos- está su ejemplar configuración como film en episodios. Acá se cruzan al menos seis historias, cada una de las cuales tiene su tiempo y su espacio y se relaciona con las otras por el escenario, un pueblo rural en Islandia, y por la relación de caballos y hombres, vital para esa comunidad. El "separador" entre una narración y la siguiente es, bellamente filmado, el ojo de un caballo en primer plano.
Dejo arbitrariamente en el lugar tercero de mi entusiasmo, que sigue creciendo desde que se estrenó en la Argentina, el extraordinario poder de síntesis del realizador, que se las arregla para contarlo todo con lujo de detalles en menos que una hora y media.
Voy ahora por la cuarta, quinta, sexta razón y subsiguientes... La originalidad de la trama, la belleza de la fotografía, el humor aun en los tramos más crudos, la humanidad que se desprende de todos los relatos, la perfección de todas y cada una de las actuaciones.
Y por último, algo que siempre me llama la atención: estas historias sólo podían contarse así, de esta manera, a través del cine. Acá no hay poses ni esnobismo, sólo el deseo de desarrollar un cuento apasionante con muy pocas palabras, confiando solamente en el poder de las imágenes y del montaje.
En segundo lugar -en este caso el orden es lo de menos- está su ejemplar configuración como film en episodios. Acá se cruzan al menos seis historias, cada una de las cuales tiene su tiempo y su espacio y se relaciona con las otras por el escenario, un pueblo rural en Islandia, y por la relación de caballos y hombres, vital para esa comunidad. El "separador" entre una narración y la siguiente es, bellamente filmado, el ojo de un caballo en primer plano.
Dejo arbitrariamente en el lugar tercero de mi entusiasmo, que sigue creciendo desde que se estrenó en la Argentina, el extraordinario poder de síntesis del realizador, que se las arregla para contarlo todo con lujo de detalles en menos que una hora y media.
Voy ahora por la cuarta, quinta, sexta razón y subsiguientes... La originalidad de la trama, la belleza de la fotografía, el humor aun en los tramos más crudos, la humanidad que se desprende de todos los relatos, la perfección de todas y cada una de las actuaciones.
Y por último, algo que siempre me llama la atención: estas historias sólo podían contarse así, de esta manera, a través del cine. Acá no hay poses ni esnobismo, sólo el deseo de desarrollar un cuento apasionante con muy pocas palabras, confiando solamente en el poder de las imágenes y del montaje.