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Voto de Hans Castorp:
7
Intriga. Drama La historia abarca el transcurso de 11 años, desde que una joven adolescente desaparece, quedándose su madre al cuidado de su nieto recién nacido, hasta la resolución del misterio de la desaparición de su hija. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas películas que uno pasaría fácilmente por alto atendiendo solo a su argumento, pues sinceramente parece un poco de telefilm de sobremesa. En mi caso, la presencia de Sienna Miller y Christina Hendricks justificaron por sí solas el riesgo de verla y no me arrepiento en absoluto de ello.
La película descansa por completo en la poderosa interpretación de Sienna Miller, que con los años se ha revelado como algo más que una cara bonita, regalándonos interpretaciones profundas y matizadas, recuerdo ahora por ejemplo su trabajo en Factory Girl. Pero el éxito de la película reside también en que todos los personajes secundarios que la rodean tienen entidad y están muy bien interpretados, lo que enriquece la historia y la aleja de un perfil telefílmico.
Otro dato a destacar es lo bien trabajado que está el guion, el autor decide deliberadamente no centrarse en el tremendismo de la desaparición de la hija, sino que más bien se centra en narrarnos la evolución de la vida de la protagonista con el telón de fondo de este hecho traumático, en cómo una madre consigue sobreponerse a ello y sigue adelante con su vida y con el cuidado de un niño pequeño.
Me ha gustado mucho cómo está narrado el paso de los años. Hay tres saltos temporales y vamos viendo los distintos sucesos de la vida de la protagonista a través de una década, sin que en ningún momento nos sintamos perdidos o pensemos que nos falta información relevante.
Al final, el círculo y se cierra y la historia concluye de un modo satisfactorio, revelándose el misterio, pero sin que éste sea lo principal en la trama. En todo momento el guionista huye del melodrama muy sabiamente, la historia se prestaba a ello, pero está bien claro que ésa no era la intención del autor. Solo destacar la brillante escena en que se resuelve la película en la que un primer plano del rostro de Sienna Miller nos lo dice todo sin mostrarnos absolutamente nada.
Y como sorpresa final, descubrir que el director es hijo de Ridley Scott (que ejerce de productor). Eso sí, nada que ver con el estilo grandilocuente del padre, aunque sí se puede decir que ha heredado su buen pulso narrativo.
Hans Castorp
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