Haz click aquí para copiar la URL
Voto de FERNANDO BERMEJO:
8
Drama Historia semiautobiográfica sobre un niño judío de 14 años de Budapest que, en el año 1944, fue separado de su familia y enviado a los campos de concentración nazis de Auschwitz y Buchhenwald. Debut en la dirección del afamado director de fotografía Lajos Koltai, con un guión del premio Nobel Imre Kertész sobre su propia novela. (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2007
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque con un estilo embellecido y una estructura mucho más literaria y melodramática, el nobel Imre Kertész retomó con "Sin destino" un tema que ya había sido tratado muchos años antes en "Si esto es un hombre" por el italiano Primo Levi (con gran maestría y entereza, dicho sea de paso): el holocausto judío perpetrado por los nazis en la II Guerra Mundial y las inhumanas condiciones de vida en los campos de concentración. Los dos escritores no sólo coincidieron en la temática, también en el hecho de que ambos permanecieron recluidos en diversos campos de concentración durante su juventud, por lo que el rigor y la veracidad de sus respectivas obras es indudable a la par que de un dramatismo sin tamices. El veterano director húngaro Lajos Koltai sabe trasladar con sobriedad a la gran pantalla la novela autobiográfica de Kertész, algo a lo que sin duda ha contribuido el hecho de que la autoría del guión recaiga en el mismo escritor. Si bien la adaptación se inicia como si de un melodrama bergmaniano se tratara (algo aparentemente inadecuado a tenor del asunto), pronto endereza su rumbo con una clara y apropiada apuesta por la sequedad expositiva, muy bien reforzada por una desoladora fotografía monocroma y unos logrados decorados que ponen los pelos como escarpias. Lo que subyace de este drama histórico es algo que Primo Levi ya apuntaba en su libro antes mencionado y que otras películas similares (La lista de Schindler incluida) no asumen o no quieren asumir: el proceso de deshumanización que padeció en aquellas fechas el pueblo judío fue sistemático y metódico, y sobre él muy difícilmente puede hacerse cargo nadie que no lo haya sufrido en sus propias carnes. Al respecto, una de las frases finales del protagonista es demoledora: "Después de Auschwitz , soy incapaz de imaginarme el infierno".
FERNANDO BERMEJO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow