Haz click aquí para copiar la URL
Nueva Zelanda Nueva Zelanda · Jaen
Voto de capacitivo:
6
Thriller. Drama En algún lugar, en un sitio apartado al borde del mar, Sébastien, de 22 años, repara el techo de una casa. Su propietario muere de una sobredosis tras recibir una extraña convocatoria que supuestamente le hará ganar mucho dinero. Sébastien recupera el sobre y decide presentarse en su lugar. Para él da comienzo una caza del tesoro que le llevará hasta un tugurio clandestino, un mundo de pesadilla donde los hombres hacen apuestas con la ... [+]
29 de marzo de 2009
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se reparten las cartas. Somos cinco jugando al póker sin comodines. No llevo una buena racha, espero tener suerte. Miro mis dos primeras cartas, un 7 de picas y un dos de rombos. Al mismo tiempo observo las caras de mis contrincantes, como siempre inexpresivas. Espero por mis otras tres, sólo quiero un trío de mano, sólo eso, ¿tampoco es tanto? soñar no cuesta. Miro las otras tres cartas, tengo dos jotas y un rey. Tengo una buena mano, no sé qué hacer han puesto muy caro el pedir cambios y por ahora tampoco tengo nada. Me arriesgo, presiento que voy a tener suerte. Dos deciden no seguir. Decido pedir tres cartas, una dama y ¡me caen dos jotas más! No me lo puedo creer, tengo un maldito póker en mis manos. Intento mantener la calma, que no se me note, que no se me note. Uno de mi rival apuesta poco, parece que está esperando a cazar a alguien. El otro pica y suelta una suma bastante alta. Igualo, sabiendo que el primero va a subir, se lo noto en la cara. Éste no me decepciona, y sube muchísimo, me empieza a dar miedo pero mi jugada es casi perfecta. He desechado un rey y tengo una dama en mi mano, con lo que sólo me puede ganar con un póker de ases o una escalera de color. El segundo se raja al momento, demasiado para él, creo que iba de farol. Yo sé que voy a ganar y le subo mucho más. El me iguala y le suma el coche. Yo le igualo y le añado la moto. Él iguala y añade su piso. Yo subo con mi casa del campo, eso hace que me sobre. Él no tiene más bienes, lo ha apostado todo. Decide que para igualar que se apuesta la vida, le digo que es una tontería que eso no se apuesta, que no tiene valor tangible. Me comenta que es el precio que pagará por ver mis cartas. Incrédulo, le digo que no es necesario que "igualo" yo, que le quito valor a mi apuesta. Se niega y saca una pistola de la chaqueta, está ido. Todos nos asustamos, pero él sólo piensa en esa jugada, cree que gana y que está tan seguro que usará su vida como aval de la apuesta. Le digo que paso, que cada uno coja lo suyo y se acabó la partida. Me apunta y me dice que ahora se acaba y ya está. Tengo miedo, me juego todo lo que tengo y la vida de una persona en un sólo golpe de azar. Decidimos seguir, trataré de convencerle de que no se mate luego si pierdo. Quiero que muera. Enseñamos las cartas, primero mi póker de jotas. Le miro, quiero ver cómo reacciona. No noto nada en sus ojos, de golpe se le ve más calmado. ¡Mierda! he perdido, estoy seguro. Me mira fijamente, apunta con el revólver a su cabeza y dice, enhorabuena.

No es para nada un spoiler de "13 Tzameti" sólo intento expresaros parte de los sentimientos que tendréis viendo el filme.
capacitivo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow