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Voto de Servadac:
6
7,3
60.330
Terror. Drama. Fantástico. Romance
Oskar, un tímido niño de doce años, que es acosado en el colegio por sus compañeros, se hace amigo de Eli, una misteriosa vecina de su edad, cuya llegada al barrio coincide con una serie de inexplicables muertes. A pesar de que Oskar sospecha que Eli es un vampiro, intenta que su amistad esté por encima de su miedo. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2009
168 de 195 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película maneja dos colores: es un paisaje emocional en blanco y rojo.
No se entiende el uso del enfoque. Sugerir no es lo mismo que difuminar las siluetas.
No todos los encuadres tienen vida.
Los peculiares copos del humor escandinavo no acaban de cuajar.
No se llega al clímax dosificando la tensión dramática, se hace por la vía del susto con efecto de rugido.
Todos los niños se comportan como psicópatas. No se rompe la sensación de normalidad porque no existe tal normalidad. Nada es inquietante porque todo es inquietante.
Tampoco ayudan mucho los adultos: el proveedor de sangre es una suma de dislates. El sociópata de los gatos, el padre de las mil sonrisas, el profesor con trazas de bufón… No resulta chocante la existencia de un vampiro entre tanto personaje imaginario.
Hay voluntad de rito en todas las escenas. La sucesión de ritos desluce el rito medular. Y ya no hay rito.
===
Lo mejor de la historia hay que buscarlo por debajo de sus fotogramas, lejos de la nieve más superficial.
No se entiende el uso del enfoque. Sugerir no es lo mismo que difuminar las siluetas.
No todos los encuadres tienen vida.
Los peculiares copos del humor escandinavo no acaban de cuajar.
No se llega al clímax dosificando la tensión dramática, se hace por la vía del susto con efecto de rugido.
Todos los niños se comportan como psicópatas. No se rompe la sensación de normalidad porque no existe tal normalidad. Nada es inquietante porque todo es inquietante.
Tampoco ayudan mucho los adultos: el proveedor de sangre es una suma de dislates. El sociópata de los gatos, el padre de las mil sonrisas, el profesor con trazas de bufón… No resulta chocante la existencia de un vampiro entre tanto personaje imaginario.
Hay voluntad de rito en todas las escenas. La sucesión de ritos desluce el rito medular. Y ya no hay rito.
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Lo mejor de la historia hay que buscarlo por debajo de sus fotogramas, lejos de la nieve más superficial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El vampiro hembra no envejece. Vive congelado a la edad de doce años. Busca un compañero de viaje temporal. Suele ser un niño. El niño humano crece, busca sangre para su querida. Cuando ya no puede más, decide suicidarse en manos de su amada vampiresa. Ella lo sabía. Sabía que el amor y la vida del hombre tienen fecha de caducidad. Antes de sorber la sangre de su amado ya le había buscado un sustituto. Otro niño. Que durará lo que dura el amor entre los hombres. Y así hasta el infinito, igual que una condena.