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España España · Madrid
Voto de Servadac:
7
Thriller. Intriga Un escritor (McGregor) acepta a regañadientes el encargo de terminar las memorias del primer ministro británico Lang (Pierce Brosnan), tras la muerte de la persona que lo estaba haciendo. Para ello, se instala en una isla de la costa este de Estados Unidos. Al día siguiente de su llegada, un exministro acusa a Lang de autorizar la captura ilegal de presuntos terroristas y su entrega a la CIA, hechos que constituirían un crimen de ... [+]
12 de abril de 2010
110 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘El escritor’ es, en apariencia, un thriller político. La trama gira en torno a las memorias de un ex primer ministro británico, seductor, engreído y no muy perspicaz (interpretado con solvencia por Pierce Brosnan). Un encantador de serpientes con sonrisa profident y buena planta que enamora a las marujas. Un Tony Blair cualquiera, en fin.

La película utiliza referencias históricas explícitas que permiten situar la acción en el presente. En contraste, la forma de rodar, el cromatismo, los escenarios y paisajes, las figuras humanas, tienden a lo impersonal, al arquetipo abstracto. Existe una dimensión visual que roza el mito en todo lo que vemos: asuntos políticos de hoy cifrados en un limbo intemporal.

Los diálogos son hábiles y refinados, ingeniosos o pueriles. Hay ritmo y pausa en las escenas, e ironía y humor made in Polanski (la asistente rubia sube por las escaleras ondulando el caderamen mientras dice que en la casa se puede trabajar sin distracciones; las réplicas y frases de McGregor: "Unos manifestantes por la paz han intentado asesinarme").

El escritor sin nombre es un espectro o, más bien, el espectro de un espectro cuya alma sigue impresa en cada pliegue de la isla (Mike McAra, predecesor del personaje de McGregor, no aparece nunca en la película pero su no presencia es la constante más intensa de la historia).

Fascinan los espacios interiores y exteriores, los objetos, la composición medida en los encuadres, no tanto la tensión. El escritor fantasma es un artista que trata de encarnarse en el espacio y en el tiempo por medio de su oficio, las palabras. Observa, enmienda, se involucra.

Dos energías antagónicas compiten: un principio que crea (el arte) y un principio que aniquila (el mal). Ambos con un marcado acento mítico o simbólico. El escritor es ingenuo e intuitivo. Como los héroes clásicos del cine y la novela negros, avanza a pecho descubierto. El mal, por contra, es el trabajo de la araña: aguarda silencioso, envuelve sin ser visto, descarga su aguijón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Servadac
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