Una de las grandes películas de acción de todos los tiempos, un ejemplo de cómo convertir defectos en virtudes y uno de los mayores puertos de montaña alcanzados por Arnold en su carrera.

Lo primero no tiene mucho más que argumentar que no haya sido ya contado. La historia, con un ritmo excelente, consigue mantener al espectador anclado en el asiento con los ojos clavados en la pantalla. Sabe jugar con los personajes, con los instantes y hace un manejo estupendo de los planos en la jungla. Creo que pocas veces en la historia del cine se ha usado un entorno natural de manera tan magistral.

Es, además, una película que sabe muy bien cómo aprovecharse de sus carencias. Si los protagonistas son unos garrulos, se los hace hablar poco, minimizando el riesgo de que se noten sus discapacidades; los escasos diálogos son contundentes, para así dar más fuerza a quienes morirán e ir preparando el ambiente; mostrar el extraterreste es siempre un peligro porque puede desilusionar, por tanto se oculta hasta la batalla final; la jungla es un caos para rodar, pero McTiernan la torna en un laberinto traicionero; la música tribal es simple y repetitiva, pero logra crear una tensión notable; y así sucesivamente. Lo que mejor funciona es lo que no está.

Arnold encajó como pieza de puzzle en el personaje. Su físico lo hacía perfecto, su garrulez lo tornaba en una fiera armada y su cara de pocos amigos lo hacía... bueno, poco amistoso. Tampoco debe olvidarse que esta película le ayudó a limpiarse cualquier resto de heces que le hubiese podido salpicar tras el desastre previo de "Ejecutor" (1986), una basura a la que fue obligado por De Laurentiis, pero después de la cual quedó libre. Y, junto con "Conan, el bárbaro" (1982), "Terminator" (1984), "Desafío total" (1990) y "Terminator 2" (1991), supuso uno de los grandes aciertos que cimentaron su carisma como actor de acción durante esta década y parte de la siguiente.

En resumen, si no puedes adaptarte al medio, que el medio se adapte a ti. Arnold lo supo bien durante los ochenta, y buscó papeles que encajasen con sus carencias para explotarlas en su beneficio, ya fuesen bárbaros, robots, soldados impertérritos, policías graníticos o albañiles que salvan Marte. Un mal actor, pero un tío muy listo.

Actualización a 31-diciembre-2021: Esta película no es tan original como pudiera parecer, sino que plagia a "Llegan sin avisar" (1980). Un descomunal bodrio de serie B, con trayectoria en los videoclubs de entonces, en donde un alien se dejaba caer por La Tierra para cazar humanos por diversión. De hecho, el actor que interpretaba al extraterrestre fue el mismo que, siete años después, se enfundaría el traje del depredador, Kevin Peter Hall. Eso sí, no hay color entre aquella boñiga y este gran trabajo. Fuente: Aitor Millán Fernández, en su vídeo de Youtube titulado "VIDEOBUCK #95 "LLEGAN SIN AVISAR (1980)".