Seré prudente dada mi ignorancia en películas de espías y sus novelas originales.

"La casa Rusia" corresponde al periodo posterior a "El nombre de la rosa", cuando Sean Connery estaba recuperándose del olvido y volvía a ser un nombre que resonaba en los despachos de las productoras. Recordemos que era un actor en plena reinvención; de machote agente seductor con licencia para matar, a actor maduro que interpretaba personajes cabales y prudentes. Baste decir que esta película corresponde al mismo año que "La caza del octubre rojo" para hacerse una idea del nuevo enfoque profesional que Connery buscaba.

La película se basa en la novela homónima de Le Carré, y poco más puedo aportar al desconocer nada de ese autor. Lo que sí puedo decir es que presenta una imagen demasiado idílica y pacífica de la Guerra Fría y los servicios secretos, en tanto que en el mundo real hubiese sido inconcebible un final tan optimista. En ese sentido, "El topo", también de Le Carré, me parece más verosímil por cruel y despiadada.

También llama la atención un detalle que en su momento no importó, pero que ahora choca por su machismo latente. Me refiero a la diferencia de edad que los productores establecieron entre Connery y Pfeiffer, él con 60 años, ella con 32. Una historia de amor con semejante diferencia de edad, aunque posible, no parece muy probable. A su lado ella podría ser su hija. Pero en Hollywood imperaba (y sigue imperando) la norma de que era aceptable que una joven pudiese enamorarse de un viejo. Lo contrario sigue siendo inimaginable incluso en la actualidad. Por ello, esta historia de amor se me antoja inverosímil a día de hoy.

En general la película cumple con su cometido, aportando la tensión necesaria, aunque tampoco es nada del otro mundo. De hecho, y haciendo memoria, creo recordar que a esta cinta se le dio un bombo excesivo en su momento (recuerdo la época en que fue emitida codificada en Canal+), pues se promocionaba poco menos que como un peliculón de espías. Hoy sabe a poco.