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Voto de Jose_Lopez_5:
7
Comedia "Topper" Harley es un piloto de élite, un "Top Gun" de las fuerzas aéreas norteamericanas, que tiene que convivir con el legado de su padre y que mantiene una dura rivalidad con otro piloto, Kent Gregory. Un día se le encomienda una dura y peligrosa misión: destruir una planta nuclear de Sadam Hussein. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupendo exponente de un cine ya inexistente, "Hot Shots" (1991) representa un tipo de películas que conformaron un subgénero propio dentro de la comedia casi desde los mismos inicios del cine: el del humor absurdo.

No es que sus creadores, David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker (los famosos ZAZ) fueran los primeros en rodar comedias con un humor alocado, cuyos personajes poblaban sin inmutarse una realidad alternativa dominada por el "slapstick", el surrealismo y los imposibles. Ahí estuvieron antes los Monty Python, tan adorados por muchos. Y, por supuesto, Harold Lloyd y Chaplin, los verdaderos padres primigenios.

Pero los ZAZ crearon una variante que, aunque parecida, era más fresca, más superficial y sin los dobles sentidos de los Python. Una versión menor, a ojos de los seguidores más fanáticos de estos últimos, pero mucho más liviana y fácil de digerir.

Así, fue en 1980 cuando este trío calavera se sacó de la manga la alocada "Aterriza como puedas" (lo de las traducciones al castellano merece cárcel y tortura), primogénita de lo que luego sería una ristra de descendientes que, probablemente, alcanzaron su culminación con las dos entregas de "Hot shots" en 1991 y 1993. Luego vendrían más, pero ninguna tan buena, amén de otras rematadamente horribles, tal fue el caso de "Espía como puedas" (1996) y "Acampa como puedas" (1997); hijas adoptivas nunca concebidas por aquellos tres.

Mención especial merece la insufrible saga de "Loca academia de policía", o esos vástagos bastardos tipo "Scary Movie" quienes, junto con algunos primos cercanos, son una aberración genética y un buen motivo para defender el aborto cinematográfico.

"Hot shots" (1991) queda así como una de las que, quizás, fueran las últimas buenas cintas de este subgénero, con un Charlie Sheen en estado de gracia como comediante, mucho antes de que las drogas y la lujuria hicieran mella en él. Triste que haya terminado haciendo de su personaje en "Dos hombres y medio" (2003-2011) un ejemplo muy superior a sí mismo.

A su lado una potentísima Valeria Golino derrochando sensualidad en un papel cómico que, curiosamente, poco tenía que ver con sus apreciables dotes para el drama. Quién iba a decir que detrás de aquella cara bonita se escondía, no solo un pasado médico doloroso, sino una estantería repleta de premios.

"Hot shots" es la clase de película que ya no se hace, aun cuando algunos lo sigan intentando con nulo gusto. Su mezcla de elementos, su tono paródico intestino (cine sobre cine), y su anclaje a una década cuya influencia ya se extinguía, los 80, hacen de ella un estupendo divertimento lleno de pamplinas. No exagero cuando digo que es la clase de trabajo que ha traspasado la pantalla para formar parte del recuerdo.

En resumen, un buen trabajo que merece ser visto cuando lo emiten en televisión. Le da sopas con honda a buena parte de las infinitas porquerías cómicas que han bañado los cines desde entonces.
Jose_Lopez_5
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